En MidPoint, donde siempre estamos atentos a las tendencias que marcan el futuro del sector de la construcción, no podemos dejar de destacar el papel protagonista que está tomando la madera contralaminada (CLT, por sus siglas en inglés). Este material no solo representa una alternativa más sostenible frente al hormigón y el acero, sino que ha demostrado una solidez estructural que lo posiciona como protagonista en proyectos de gran escala y exigencia técnica.
La madera CLT se fabrica uniendo capas de madera en ángulo recto, lo que refuerza su estabilidad y rigidez tanto vertical como horizontalmente. Este proceso de laminación cruzada permite que el material soporte cargas elevadas y se comporte de forma óptima frente a exigencias sísmicas, rivalizando incluso con el hormigón armado. Es un cambio de paradigma: la madera ya no es sinónimo de debilidad estructural, sino de inteligencia constructiva.
El auge del CLT no es reciente, pero sí ha ganado notoriedad en la última década gracias a la creciente conciencia ecológica y al desarrollo de tecnologías que permiten una producción y uso más sostenibles. Frente a la antigua percepción negativa de la madera como culpable de la deforestación, hoy su uso controlado y responsable se asocia a estrategias de construcción circular y a la reducción de la huella de carbono. Ejemplo de ello es la organización Circular CLT, dedicada a optimizar el aprovechamiento del material e investigar formas de reutilizar residuos, como en proyectos que convierten los sobrantes del CLT en energía o en nuevas soluciones arquitectónicas.
Algunos proyectos internacionales que demuestran el potencial del CLT incluyen “The Smile” en Londres, de Alison Brooks Architects, una impresionante estructura curva que desafía la gravedad; “Albina Yard” en Portland, el primer edificio comercial en Estados Unidos que lo implementa; y el imponente “Sara Kulturhus” en Suecia, uno de los edificios de madera más altos del mundo con más de 79 metros de altura, completamente libre de hormigón en su estructura portante.
También son destacables propuestas como “The Cube” en Hackney (Londres), un bloque de diez pisos que combina CLT con estructuras de acero, o el stand experimental “Voxel” en Barcelona, que reutiliza residuos de producción para dar forma a una fachada orgánica.
Más allá de la innovación estructural, el CLT ofrece una posibilidad crucial para la prefabricación, lo que acelera los tiempos de obra y reduce costes. Además, su comportamiento frente al fuego ha demostrado ser mucho más seguro de lo que se pensaba: su capacidad de resistencia estructural puede mantenerse hasta 90 minutos, incluso en situaciones extremas.
En MidPoint creemos firmemente que la madera contralaminada no es una moda pasajera, sino una revolución constructiva. Seguiremos atentos a su evolución y apostando por soluciones que combinen sostenibilidad, tecnología y diseño inteligente. Porque construir el futuro también es construir con conciencia.
