¿En qué se diferencia la construcción industrializada de la prefabricada?

¿En qué se diferencia la construcción industrializada de la prefabricada?

La construcción está evolucionando, y uno de los conceptos que más confusión genera es la diferencia entre la construcción industrializada y la prefabricada. Sobre este tema, hablamos con Tony Aguado, experto en desarrollo de negocio en el sector de la construcción, quien nos explica por qué la industrialización está marcando el futuro del sector.


¿Por qué crees que se confunden estos dos términos?

«Mucha gente asocia la construcción prefabricada con un modelo rígido, con viviendas estándar producidas en serie y sin posibilidad de personalización. Y es cierto que, en muchos casos, la prefabricación tiene esas limitaciones. Se trata de un sistema donde se fabrican módulos completos en una fábrica y luego se transportan al terreno para su montaje. En este sentido, suele estar más enfocada a soluciones repetitivas y de rápida ejecución, como casas modulares o construcciones temporales.»


«En cambio, la industrialización es algo completamente distinto. No se trata de un tipo de vivienda, sino de una forma más eficiente de construir. Se basa en diseñar el proyecto de manera precisa desde el inicio, para luego fabricar ciertos elementos estructurales en fábrica y ensamblarlos en obra. Este método se puede aplicar a cualquier diseño arquitectónico, desde viviendas unifamiliares hasta edificios de gran escala, sin comprometer la creatividad ni la personalización del proyecto.»


¿Cómo definirías la construcción industrializada?

«Es un sistema que permite fabricar distintos componentes del edificio en un entorno controlado y luego transportarlos al lugar de la obra para su ensamblaje. Esto mejora la calidad de los materiales y reduce los tiempos de ejecución. A diferencia del método tradicional, donde el resultado depende de la mano de obra y las condiciones en obra, en la construcción industrializada todo se ajusta con precisión milimétrica antes de llegar al sitio de construcción.»


«Además, hay que entender que la industrialización no impone un único método. Se puede desarrollar con distintos materiales como hormigón, madera o acero, dependiendo de las necesidades del proyecto. En ese sentido, ofrece una flexibilidad mucho mayor que la construcción prefabricada, ya que se adapta al diseño y no al revés.»


¿Cuáles son las principales diferencias entre la construcción industrializada y la prefabricada?


«Podemos resumirlas en varios puntos clave:»


– Diseño y personalización:
«La construcción prefabricada suele basarse en modelos predefinidos con opciones limitadas de personalización. En cambio, la industrialización permite diseñar el proyecto sin restricciones, utilizando un sistema de producción más eficiente pero sin sacrificar la creatividad.»


– Proceso constructivo:
«En la prefabricación, se ensamblan módulos completos que ya incluyen instalaciones y acabados, lo que significa que cualquier modificación posterior es compleja. En la industrialización, se fabrican elementos estructurales (muros, forjados, fachadas…) que luego se ensamblan en obra, permitiendo mayor flexibilidad durante la ejecución.»


– Calidad y precisión:
«La industrialización garantiza un mayor control de calidad al fabricarse en un entorno controlado, con procesos automatizados y supervisados. En cambio, en la prefabricación la calidad puede variar según el fabricante y el tipo de módulos empleados.»


– Tiempo de ejecución:
«Ambos sistemas permiten reducir tiempos respecto a la construcción tradicional, pero la industrialización se adapta mejor a proyectos complejos, mientras que la prefabricación es más rápida en soluciones estandarizadas.»


– Uso final:
«La prefabricación se emplea mayormente en viviendas modulares, oficinas temporales y soluciones rápidas. La industrialización, en cambio, es una alternativa real para cualquier tipo de edificación, incluyendo viviendas de alto nivel, hoteles, hospitales y grandes proyectos inmobiliarios.»


¿Qué ventajas destacarías frente a la construcción tradicional?

«La lista es larga, pero destacaría cinco puntos clave:»


– Mayor calidad y precisión:
«Al fabricarse en un entorno controlado, el margen de error se reduce considerablemente.»

– Control de costes y plazos:
«Desde el inicio del proyecto se definen tiempos y presupuestos cerrados, evitando sobrecostes por cambios de última hora.»

– Más seguridad laboral:
«Se minimiza el riesgo de accidentes al trasladar gran parte del proceso a una fábrica.»

– Sostenibilidad:
«Se optimiza el uso de materiales y se generan menos residuos en comparación con la obra tradicional.»

– Independencia del clima:
«En países con condiciones adversas, la industrialización permite avanzar sin interrupciones meteorológicas.»


¿Ves la construcción industrializada como el futuro del sector?

«Sin duda. En países como Suecia o Alemania, ya es una realidad consolidada. En España todavía hay una barrera cultural, pero poco a poco se está demostrando que este sistema no solo es más eficiente, sino que también garantiza mejores acabados. No se trata solo de construir más rápido, sino de construir mejor.»


«A medida que la tecnología avanza, veremos cómo la industrialización se convierte en el estándar en la construcción de viviendas, edificios y proyectos de gran escala. Es cuestión de tiempo que su adopción crezca, porque los beneficios son claros: más calidad, menos riesgos y mayor eficiencia en todo el proceso.»